La guía de vinos para una cena romántica
Vinos tintos y también blancos están unidos a través de una única palabra: delicadeza. Son elaboraciones perfectas para disfrutar en una ocasión especial. Y, como sabemos que tú has elegido la compañía ya, nosotros queremos ocuparnos de recomendarte los mejores vinos para San Valentín.
Vinos para cena romántica
Toma nota de los que te presentamos.
Palacio de Sada Blanco
Este vino blanco procedente de la Bodega San Francisco Javier, en Navarra, es un caldo con carácter elaborado con uva garnacha tinta y fermentado a baja temperatura. El objetivo pasa por conseguir una excelente frescura y garantizar su potente aroma a cítricos y flores blancas. Es muy sedoso y agradable en boca y acompaña perfectamente a cualquier tipo de arroz, pescado o carne. Ideal para compartir en una celebración especial y disfrutar en pareja de la suavidad y ternura de un buen sorbo de vino.
Bardos Romántico
Ya solamente su nombre invita a pasar una velada para dos. Procedente de la Bodega Bardos en Burgos y con Denominación de Origen Ribera del Duero, es un vino tinto elaborado artesanalmente a partir de los viñedos más viejos. De esta manera, se consiguen su típico aroma a regaliz y fruta, color rojo amoratado y sabor ácido equilibrado. Además, un buen vino es perfecto para desconectar y aumentar los niveles en el cuerpo de serotonina, algo que influye de forma positiva en el estado de ánimo. Así que nada mejor que una copa durante esa velada tan especial.
Meler Blanc de Noirs
En este caso, estamos hablando de un vino blanco que se elabora en la Bodega Meler de Huesca. Se trata de un caldo con mucho carácter que nace de variedades como el merlot o la garnacha tinta. Después es fermentado en diferentes depósitos de acero inoxidable. Su color es amarillo pálido con ciertos reflejos verdosos y un aroma fresco. Su sabor es fresco, goloso y equilibrado. Sin duda, el acompañamiento perfecto para la noche de San Valentín.
Cérvoles Tinto
En Lleida (concretamente, en Cérvoles Cellers), se elabora este vino con Denominación de Origen Costers del Segre. Es un vino tinto que procede de las uvas de viñedo que tienen más de cuarenta años de antigüedad. Su vendimia se realiza manualmente y, tras su fermentación, deben pasar por una crianza de ocho meses de duración dentro de unas barricas de roble de origen francés. Su color rojo y aroma a especias y frutos rojos ofrecen un final muy agradable y persistente, característico de este vino que ha sido certificado como un producto ecológico. Es una opción recomendable para acompañar tu cena o comida de San Valentín.
Cérvoles Blanco
En la misma bodega que el anterior se elabora otro de los vinos para cena romántica que existen, como es el Cérvoles Blanco con crianza. Se trata de un caldo que se fermenta y pasa ocho meses en barricas de roble francés totalmente nuevas. Se caracteriza por ser de color pajizo con algunos toques metálicos. Su aroma frutal hace que sea un vino de gran volumen, fresco y untuoso, con una acidez equilibrada y un final duradero y largo. Si, además, lo combinas con un queso cremoso y suave y un delicioso aroma a setas, como es el Tou dels Til-lers, el éxito está asegurado.
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